martes, 27 de enero de 2009


Escuchó unos pasos al otro lado de la puerta que se acercaban, y como ésta se abría, agudizó aún mas el oído, pero solo podía escuchar el sonido de su propio corazón y la pesada de su vocecilla que le gritaba que saliera corriendo ahora que aún podía, pero no se movió, estaba clavada en el suelo, con las manos entrecruzadas a la espalda y la cabeza gacha, tal y como le habían indicado que debía estar. Notó el calor de una mano al tomar su mentón y hacer que levantara la cara, sin saber porque puso su mejor sonrisa.

-”Bienvenida, pasa”, su voz sonaba algo diferente que por teléfono, pero ella la reconoció de inmediato, se fue a levantar para entrar, pero un bofetón fuerte la detuvo en seco. -”¿Te dije acaso que te levantaras?, puedes seguirme sin hacerlo” Ella murmuró una disculpa y volvió a bajar la cabeza. Notó como la tomaba del pelo y tiraba de él, ella le siguió andando torpemente sobre sus rodillas y manos, no estaba acostumbrada a moverse así y mucho menos a paso rápido, se paró a escasos metros tan por sorpresa como había comenzado a caminar y ella chocó literalmente contra las piernas de él, escuchó la risa apagada y los pasos de él alejándose en la habitación, el ruido de la puerta al cerrarse a sus espaldas y luego nada, silencio, las ideas se agolpaban en su mente, ¿Que estaría haciendo?, intentaba imaginarse la escena desde fuera, como si no fuera con ella, ¿La estaría mirando recostado en la puerta? Por que estaba segura de que seguía allí, podía notarle a pesar de no verle, y lo que era peor en su mente ¿Y ahora que? Para ella era su primera vez y no tenía ni idea de lo que podía venir a continuación, se pasó la lengua por los labios, los notaba secos. Escuchó unos pasos al otro lado de la puerta que se acercaban, y como ésta se abría, agudizó aún mas el oído, pero solo podía escuchar el sonido de su propio corazón y la pesada de su vocecilla que le gritaba que saliera corriendo ahora que aún podía, pero no se movió, estaba clavada en el suelo, con las manos entrecruzadas a la espalda y la cabeza gacha, tal y como le habían indicado que debía estar. Notó el calor de una mano al tomar su mentón y hacer que levantara la cara, sin saber porque puso su mejor sonrisa.

Una mano la tomó nuevamente del pelo obligándole a echar la cabeza hacia atrás, notó el cálido aliento sobre su cuello, sus labios dejando un suave beso en él, y su voz, que en un susurro le preguntaba al oído si estaba bien, ella asintió levemente. Le indicó que podía levantarse y ponerse en pie, así lo hizo, entonces poniéndose tras ella, sus manos empezaron a acariciar sus brazos, pasó una mano por su cintura atraiéndola hacia si, mientras con la otra acariciaba su cuerpo por encima de las finas ropas veraniegas. Ella dejó caer su cabeza sobre el hombro masculino, ofreciendo de nuevo su cuello. Dio un pequeño respingo al notar como desabrochaba su falda y la dejaba caer al suelo, se sonrojó al recordar que no llevaba ropa interior, tal y como le había indicado él en su mensaje, pudo escuchar la aprobación de él junto a su oído, otro beso en su cuello, y los tirantes de la blusa cayeron por sus brazos, para reunirse ésta junto a la falda, en el suelo, a sus pies.

La alzó en brazos y la tumbó sobre la cama, boca abajo, unió sus muñecas con una cuerda y las amarró firmemente con un nudo, sus manos la acariciaban, recorría su cuerpo sin prisas, dando pequeños pellizcos aquí y allá, haciendo que se estremeciera a cada momento, entonces un azote fuerte hizo que su respiración se entrecortara, pero no dijo nada, dos, tres...........perdió la cuenta de cuantos azotes le había dado ya, solo notaba que la piel de sus nalgas ardía cada vez mas, se imaginó su piel enrojecida y un pequeño escalofrío de placer le recorrió la espalda, La voz de él junto a su oído, que le decía que descansarían un momento, que aún no había terminado con ella, luego el sonido de una cámara al hacer una foto, un pequeño recuerdo, lo llamó él.

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